sábado, 24 de mayo de 2008

Flechas de valor


Eran períodos de guerras y hambrunas. Tolomeo, hijo de Epifanio, era arquero del ejército espartano. Se colocó su armadura, apretó bien su cinturón y cogió un buen puñado de flechas. Al escuchar los tambores del ejército contrario, su cuerpo tembló, y un escalofrío recorrió su espalda. Pero no podía echarse atrás, su familia, sus amigos fueron acribillados, ese recuerdo le hizo coger fuerzas suficientes como para subir a la muralla con el resto de los compañeros.
Eran menos, estaban peor equivocados, pero lucharían hasta el final.
Cuando el ejército enemigo estuvo lo suficientemente cerca, una descarga de flechas cubrió el cielo de plumas blancas y diezmó a los enemigos con puntas de hierro.




Antonio Calvo Fernández. 1º 1.

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