lunes, 10 de marzo de 2008

Topografía


La noche está completamente despejada, haciendo posible el ver todas las estrellas del firmamento. La luna, como un antiguo farol, cubre de una blancuzca luz toda la llanura, permitiendo divisar la silueta de unas ruinas, que yacen como si de un coloso derrotado se tratase, antaño, como un castillo tan hermoso, ahora solo son escombros, cubiertos de enredaderas, que marchitas por las heladas invernales, mueren abrazando la roca fría y dura que un día las sujetó. Un rio cercano es el único que se atreve a murmurar una lúgubre canción en tan inhóspito lugar, en el que en torno al antiguo castillo, un lago permite reflejar en su superficie, como si fuese un espejo de plata y mercurio, las deformadas siluetas del intruso, que en mitad de este se alza, distorsionando la luz lunar que deja escapar, en una noche que une en la silenciosa oscuridad el cielo y la tierra.

David Sánchez Dueñas 1º 1

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